Saltar la navegación

Sesión 5: Abrir la caja de los Protocolos

SECCIÓN A: Datos generales de la sesión

Programa: Proyecto Carbono neutralidad: estrategias y acciones para América Latina.
Módulo: Sesión 5.1: Protocolos de medición
Duración: 90 minutos.
Objetivo de la sesión: Entender que hay una sistematización de sistemas de medición para fines comparativos y de certificación.
Resultados de aprendizaje:

Describir la huella de carbono y la metodología de cálculo para dimensionar los aportes de la emisión de gases de efecto invernadero.

Recursos previos:

- Revisión de la Video-cápsula 5.1.

-Documentos para revisar antes de la sesión (elegir uno):

WRI-ICLEI-C40 Protocolo Global: Escala Comunitaria; o

WBCSD-WRI-SEMARNAT Protocolo Global: Estándar Corporativo

Recursos adicionales (no obligatorio):

-

SECCIÓN B: Planificación de la sesión sincrónica

Minutos Actividades Organización
0-10 Bienvenida; Recapitulación de la Sesión previa; Recapitulación de los objetivos de la sesión; Dudas y comentarios de los participantes. Liderado por docente.
10-20 Mostrar la Video-cápsula 5.1 Disponible en plataforma.
20-40

Discusión de la VC 5.1

Pregunta para la discusión:

¿En los documentos de Protocolo de la WRI, se puede identificar los Alcances, los Valores y los Factores de Emisión?

Revisar los documentos del WRI en grupos separados por tipo de protocolo: Protocolo para empresas y Protocolo para territorios
40-70

En grupos separados:

Ciudad; y Empresa.

Anota los elementos que deben ser incorporados en la huella de la ciudad dónde se encuentra su institución, o una empresa grande de su ciudad, por Alcance. Trata de agregar el mayor nivel de detalle posible, investigando online en el proceso. Mostrar en una diapositiva.
70-85 Compartir diapositivas con resultados Liderado por docente.
85-90 Cierre de la actividad; dudas y comentarios; vínculo con la próxima sesión - preparación Liderado por docente.

Capsula 5.1

SECCIÓN C: Contenido básico de la sesión

Elementos comunes en el desarrollo de Protocolos de medición de la huella de carbono

Durante muchos años, la discusión de carbono estuvo centrada en los volúmenes y fuentes, y de los efectos en la atmósfera de los gases de efecto invernadero.  Sin embargo, durante este siglo ha habido más esfuerzo en aterrizar estas mediciones, para acercarlas a personas y actividades.  Si el énfasis inicial fue en cálculos nacionales y planetarios – los balances de carbono – ahora se complementa con cálculos en todas las escalas, desde el individuo hasta el planeta, y cubriendo todo tipo de actividad y territorio.  Este proceso de aterrizar las métricas de medición ha requerido la formulación de protocolos.

Un protocolo es una sistematización de un proceso.  El protocolo define pasos, dimensiones y elementos y cálculos, en este caso.  El objetivo de un protocolo es generar reglas claras y comparabilidad.  Con el mismo protocolo, por ejemplo, debemos poder comparar la huella de carbono de un campus de educación superior en Cairo con un campus en Cuenca.  

El protocolo, con su sistematización, generaría una plataforma común para el proceso de medición y cálculo.  Sabemos que un campus en Cairo y un campus en Cuenca tienen desafíos distintos en términos de transporte, calefacción, enfriamiento, entre otros factores.  Sin embargo, las particularidades de un campus en particular – que son claves para la toma de decisiones locales – no deben significar que no podemos comparar y contrastar evidencia de la huella de carbono entre campus, para compartir ‘buenas prácticas’ o para observar riesgos y debilidades.

Los Protocolos de huella de carbono surgen inicialmente con dos instrumentos que son diseñados durante los 2000s.  El primero fue un estándar de la Institución Británica de Estándares.  Este protocolo – llamado PAS 2050 – fue generado para medir la huella de carbono de un producto en particular.  Ese desarrollo fue una respuesta de las demandas de consumidores para mayor transparencia e información respecto a las cadenas productivas de bienes y la posibilidad de comparar productos con huellas de carbono más o menos intensivas.

Casi al mismo tiempo, la Organización Internacional de Normalización – la ISO – también formuló una metodología con el mismo propósito: la verificación y contabilización de gases de efecto invernadero en productos en el ISO 14.064.  Esta norma de certificación tuvo tres partes: primero, el diseño y desarrollo de inventarios; segundo, los requisitos de certificación, seguimiento e informes de mejoras; tercero, validación y verificación.

Estos protocolos incluían elementos claves para poder medir y comparar huellas de carbono por producto.  Tres elementos centrales fueron: la determinación del ‘Alcance’ asociado con el producto y sus emisiones; los ‘Valores’, en términos de las unidades involucradas, como litros o toneladas; y los ‘Factores de Emisión’, en términos del potencial de las emisiones asociadas para aportar al efecto invernadero en la atmósfera.  Por ejemplo, el Potencial de Calentamiento Global (PCG) de un litro de bencina se determinaría por el Factor de Emisión asociado con bencina, que será distinto a un litro de combustible diésel.

Con el Alcance, que determina cuales son las fuentes que van a ser incluidos en el análisis de la huella, los Valores por fuente en sus unidades respectivas, y los Factores de Emisión, es posible sumar todas las emisiones en una unidad que se define como: tCO2 equivalente.  Estas toneladas de CO2 son equivalentes porque hay emisiones de otros gases, como metano, que convertimos a CO2 para el propósito de tener las emisiones totales en una unidad común.  En el caso del metano, tiene un PCG de 28-36 más que el CO2, siendo mucho más dañino en términos de su efecto invernadero.

Estos esfuerzos iniciales de BSI y ISO han llevado a una gran diversidad de protocolos durante la última década.  Incluyen cálculos simples para realizar a nivel personal y por hogar, pero en forma institucional se puede separar en huellas corporativas para empresas e instituciones públicas, y en huellas territoriales, de escala comunitaria.  El Protocolo Global de Gases de Efecto Invernadero que ha sido impulsado por el World Resources Institute con otras instituciones, como el World Business Council for Sustainable Development para la huella de empresas, y el Internacional Council for Local Sustainability, y la red C40 de ciudades, para administraciones regionales y locales, y sus territorios respectivos.

Los aspectos más importantes de estos protocolos son primero: las fuentes y los alcances.  Son tres los Alcances. Alcance 1 son emisiones producidas directamente por la empresa o en el territorio definido.  Alcance 2 se trata de emisiones generadas por otros, o en otros territorios, pero asociadas con consumo de en la empresa o territorio, por ejemplo el consumo de energía en mi hogar que está producido por una planta termoeléctrica en otra región. Y Alcance 3, que se trata de las cadenas asociadas con el consumo en la empresa o territorio, por ejemplo, el uso de productos que son producidos por otros pero consumidos en la empresa o territorio, por eso debemos establecer las emisiones asociadas con este consumo para atribuirlas a la empresa o territorio.

Entre las fuentes se incluyen en el Alcance 1, son fuentes fijas como plantas de producción de energía, fuentes móviles como transporte, emisiones de procesos productivos en específico, emisiones fugitivas, como los de equipos de climatización o refrigeración, y carbono biogénico, que se trata de emisiones asociadas con cambios en el uso de suelo, como quemas de vegetación, cambios en cultivos, aforestación, reforestación y deforestación.

Alcance 2 incluye la compra de electricidad, pérdidas por transmisión y distribución de energía, o la adquisición de vapor, calefacción, enfriamiento o aire comprimido.  Mientras Alcance 3 se abre a potencialmente a una gran cantidad de cadenas de producción, distribución y consumo, incluyendo bienes y servicios, movilización, transporte de carga, y la gestión de residuos.

Los Protocolos definen lo que una organización debe medir en términos de los ítems, y sus alcances, también define qué Valores de unidad se debe medir, y los Factores de Emisión que deben ser aplicados.  Como consecuencia, tenemos cuatro oportunidades.

La primera es la oportunidad de medir la huella de carbono basado en un proceso y con una métrica común.  Segundo, tenemos una unidad sintética de toneladas de CO2 equivalente, para resumir el cálculo para una comunicación clara.  Tercero, que podemos comparar organizaciones o territorios similares, para explorar aspectos de desempeño y buenas prácticas.  Y cuarto, que se puede revisar y profundizar el Protocolo con nuevos elementos a incluir, o simplemente crear nuevos Protocolos donde las diferencias las ameritan, como en la evolución hasta la fecha. desde productos, hacia organizaciones, y de allí a territorios.

En resumen, la creación de Protocolos de huella de carbono ha facilitado la sistematización de procesos de medición, certificación y comparación.  Los Protocolos definen Alcances, Valores y Factores de Emisión en cada caso. Y evolucionan en el tiempo según nuevas demandas, la ciencia del cambio climático, y según necesidad: calculando huellas de personas, empresas o países.

Las instituciones de educación superior son parte de este gran desafío para medir la huella, como primer paso en definir cómo reducirla en cada circunstancia y contexto.  Los Protocolos son claves para este propósito.

5.1 Protocolos